Sobre la base de investigaciones anteriores, Lili Xia y Alan Robock, profesores de Ciencias Ambientales en la Universidad de Rutgers, trabajaron para calcular la cantidad de hollín bloqueador solar que ingresaría a la atmósfera a partir de las tormentas de fuego que se encenderían por la detonación de armas nucleares. Es uno de los nueve estados conocidos que tienen armas nucleares; el arsenal nuclear y la doctrina de Pakistán están en continua evolución para hacer frente a las amenazas percibidas. Nuestro trabajo deja en claro que es hora de esos nueve estados para escuchar a la ciencia y al resto del mundo y firmar este tratado». El Tratado de la ONU sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, de hace cinco años, ha sido ratificado por 66 naciones, pero ninguno de los nueve estados nucleares. Los investigadores consideraron si usar cultivos para alimentar al ganado como alimento humano o reducir el desperdicio de alimentos podría compensar las pérdidas calóricas inmediatamente después de una guerra, pero los ahorros fueron mínimos en los grandes escenarios de inyección.
Lo que para India es altamente deseable -dispersar a Pakistán en dos frentes, negarle la «profundidad estratégica» necesaria en caso de guerra y mantener una cercanía interesante a beluchis y pastunes en armas- es mucho más que eso para Pakistán. Ren dijo que “tanto India como Pakistán son amigos de China y creemos que la máxima prioridad es que las dos partes ejerzan moderación y resuelvan el problema a través del diálogo y la coordinación”. Las disminuciones de cultivos serían más severas en las naciones de latitudes medias y altas, incluidos los principales países exportadores como Rusia y EE.UU., camisetas de futbol baratas lo que podría desencadenar restricciones a la exportación y causar graves interrupciones en los países que dependen de las importaciones en África y Medio Oriente. Los climatólogos de la Universidad de Colorado, que se asociaron con Rutgers en el estudio, también están creando modelos de hollín detallados para ciudades específicas, como Washington, D.C., con inventarios de cada edificio para obtener una imagen más precisa de la cantidad de humo que se produciría. Más de 5.000 millones de personas morirían de hambre tras una guerra nuclear a gran escala entre EE.UU.
Robock dijo que los investigadores ya tienen información más que suficiente para saber que una guerra nuclear de cualquier tamaño destruiría los sistemas alimentarios mundiales, matando a miles de millones de personas en el proceso. Con 8.500 cabezas nucleares a su alcance, el país se encuentra en una fase de modernización tanto del armamento como de los sistemas de lanzamiento. El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Ren Guoqiang, expresó sentimientos similares pidiendo moderación. India tiene una política de no primer uso de este tipo de armas respecto a Pakistán y también hacia China, pero también de una respuesta garantizada ante una amenaza de alguno de los dos países, en especial de Pakistán, «que supone un mayor peligro porque no ha prometido no usarlas en primera instancia». Aunque los acuerdos de control de armas nucleares siguen vigentes por los pelos, ya que bajo el mandato de Trump estuvieron a punto de desaparecer por su promesa de no adhesión (que sí renovó Biden por cinco años), la amenaza nuclear está ahí, pero Ruiz añade: «La simple explosión de un arma nuclear, aun sin víctimas, debilitaría aún más su posición internacional, llamaría a mayores sanciones y dificultaría su posición negociadora en el futuro».
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